Notas Adicionales
Enseñar: Una tarea con recursos limitados
Mariana Fernández Parrado es profesora en el Centro de Formación Profesional ubicado en el barrio porteño de Parque Chacabuco. La escuela lucha por brindar una educación de calidad a sus estudiantes a pesar de las limitaciones físicas que enfrentan a diario.
Mariana describe a la escuela como un lugar pequeño, con alrededor de 15 aulas y un único curso por año durante los cuatro años de estudio: "funcionamos como escuela de reingreso para los pibes que alguna vez abandonaron la escuela y por alguna razón están volviendo. Hay cuatro cursos a la mañana y cuatro a la tarde, uno por año." Sobre sus tareas cotidianas Mariana cuenta lo siguiente: "Yo hago una partecita de clase en aula y una de coordinación. Por eso, hay veces que si tengo clase, voy al aula y sino, laburo con la computadora."
Uno de los desafíos más importantes que enfrenta es la falta de espacios de encuentro para los docentes. La escuela carece de un espacio adecuado para las reuniones del personal, limitándose a una pequeña cocina con una mesa donde, mientras algunos profesores están trabajando, hay otros almorzando a su lado. "Esto pasa en muchas escuelas. Parece una decisión deliberada la de no darnos espacios de reunión docente."
La infraestructura de la escuela también ha sido un problema, especialmente durante el verano cuando se produjeron inundaciones debido a un sistema de canaletas defectuoso. Incluso el techo de la cocina tiene problemas de filtraciones. "La inundación fue justo en las aulas que tenían las computadoras, eso nos llevó a tener que volver a planificar las actividades, y mudar a los estudiantes de aula." A pesar de esos inconvenientes, Mariana explica que su escuela está bien equipada gracias que Nación, a través del Instituto Nacional de Educación Técnica, los provee de esos recursos que el Gobierno de la Ciudad no entrega.
"Los mayores desafíos tienen que ver con las situación general de los pibes que no pueden seguir viniendo a la escuela porque tienen que empezar a trabajar, porque no tienen plata para la SUBE o porque tienen otros problemas en sus casas." Mariana explica que la traba más grande es extraescolar, ya que es el contexto social de los estudiantes el que los lleva a abandonar la escuela.
El Centro de Formación Profesional solía recibir un fondo por parte del Gobierno de la Ciudad para el mantenimiento escolar. Ese fondo era muy bien aprovechado por la escuela ya que contaba con talleres de albañilería, plomería, entre otras cosas, gracias a su espacio de formación profesional para sus estudiantes. "Se hacía un montón con ese fondo que bajaba para mantenimiento porque siempre teníamos personal idóneo. Los mismos pibes adultos iban haciendo las reformas que se iban necesitando. Teníamos arquitectos entre los docentes o maestros mayores de obra que los guiaban en esos arreglos."
Ya hace algunos años que ese fondo ya no es más manejado por las escuelas de manera directa, sino que se terciarizó, y ahora el mantenimiento y las obras están a cargo de la empresa Mantelectric. "Tardan mucho tiempo, lo que antes nosotros arreglabamos al instante, ahora es un proceso mucho más lento ya que es mucho más burocrático. Hay veces que resuelven bien, pero no con la rapidez con la que lo hacíamos nosotros."
"Somos una escuela que tiene bastantes pibes y adultos con distintas discapacidades, por consecuencia necesitamos una rampa para el ingreso. Habíamos pedido que la hicieran a través de la empresa tercerizada, eso nunca sucedió y lo terminaron haciendo los profes y pibes de la escuela" La profesora explica que, a pesar de que el gobierno de la ciudad puso el cartel en la puerta del colegio que decía "Estamos trabajando", fue la escuela la que tuvo que hacer la obra para resolver de manera ágil y eficaz.
Siguiendo con esta línea, Mariana explica que el acceso a las aulas de los pisos superiores se hace complicado para los chicos y adultos con dispacidad. "Cuando Macri era Jefe de Gobierno de la Ciudad nos había prometido la oruga para que los chicos en silla de ruedas puedan subir por escaleras. Lo mismo prometió Bullrich cuando fue Ministro de Educación, pero nunca sucedió".
Mariana cuenta que debe haber una planificación de los espacios del colegio: que haya un lugar para que los docentes puedan reunirse, que la biblioteca sea un lugar más confortable y grande. A su vez, propone que debe haber más gente tanto en el gobierno como en los colegios pensando en como poder hacer de las escuelas un espacio más inclusivo para que todos las personas puedan acceder.
Por último, Mariana critica el accionar de Soledad Acuña como ministra de educación: "Yo creo que, en este momento, no hay interés en que las escuelas públicas desarrollen una mayor calidad, a pesar que desde su gobierno exista el discurso pro educación."